✍🏼 Hola,
¿Qué tal?
He vivido mi primer terremoto o, más bien, tres. En realidad desde finales de octubre ha habido multitud de pequeños sismos pero yo sólo sentí tres.
El primero fue en Caldera, una pequeña ciudad costera en la región de Atacama.
Me despertó y reconocí de inmediato que era un sismo con un ruido apagado lo que columpiaba horizontalmente mi cuerpo sobre la cama.
Desde que llegué a La Serena, en la región de Coquimbo, he sentido otros dos. El último –de 5,7 de intensidad–, causó que la cama bailase, los perros ladrasen y los cristales trepidasen.
Una experiencia que no necesitaba.
Llegué a La Serena en mi espera por el desierto florido. Todavía no ha llegado, y puede que no lo haga. Pero en el bus desde Caldera a La Serena vi un diminuto aperitivo al sur de Copiapó: arenales cubiertos de florecillas rosa-intenso.
Los viajeros pegamos los ojos a los cristales, sacamos fotos borrosas y exclamamos ¡oh!, ¡wow! y ¡mira!
Además, La Serena también es el punto adecuado para tomar una buseta hacia Chañaral de Aceituno. Un lugar del que hasta hace un mes nunca había oído hablar y que resulta ser el mejor lde Chile para bucear, el más espectacular.🤿
Pero el desierto sigue sin florecer y en el océano hay temporal. Estoy viviendo en la espera.
Aguardo en La Serena, una ciudad separada por un semáforo de Coquimbo, a quien está unida por un inmenso y agradable paseo marítimo. Juntas forman un área metropolitana que supera el medio millón de habitantes.
Atrás quedó el inmenso desierto de Atacama. También las referencias continuas a la Guerra del Pacífico que incorporó a Chile las regiones de Arica, Tarapacá y parte de Antofagasta. Más sorprendentemente, la preeminencia de la minería se diluye hasta casi desaparecer.
Ya no se ven apenas los autos pick up con un arco de metal en su parte posterior y que en las regiones del norte son conspicuos.
Se les suelta cuando las camionetas entran al recinto de una mina. Sirve para ondear a gran altura una bandera triangular. Así, los camiones gigantes que operan en las minas pueden ver a esos autos que, por comparación, se vuelven diminutos.
Tampoco se ven mineros ni se escuchan conversaciones sobre cómo entrar a trabajar en una mina.
De lo primero que noté es que La Serena es más barata que Antofagasta, Calama o Iquique.
También es una ciudad mucho más tranquila. Nadie te advierte sobre la noche, no hay de fondo cerros amenazantes.
La gastronomía también cambia.
🐟 El pescado sigue siendo espectacularmente excepcional. Pero mientras que en el norte se limita principalmente a la dupla frito o ceviche, aquí aparece preparado de todas las maneras, incluido sushi, poke y sashimi.
Incluso se consigue fácilmente hamburguesa o burrito de sushi y fish and chips. Espectacular. En restaurantes caros y en puestos callejeros.
🍰 ☕️ Las tartas siguen siendo fabulosas, pero ahora también lo es el café, frecuentemente importando desde Ecuador. Ya no más la dictadura del nescafé en todas partes. Una gozada.
🍦Y descubrí la papaya en jugo y los helados y las paletas (polos) chilenos. Los helados son untosos y de sabor profundo, quizá porque hay detrás una gran industria láctea nacional.
🍹 Además, estoy en la tierra del pisco y ya me he aficionado a los atardeceres con un pisco sour en la mano.
Si tengo que definir a La Serena diría que es una ciudad agradable, con un barrio histórico que sigue la estructura de damero pero donde lo neo-colonial abunda más que lo original.
En una de sus entradas hay un jardín japonés chiquito, simpático y adorable. Lo financió una compañía nipona ya que las leyes chilenas permiten rebajar impuestos a las empresas extranjeras que donan a proyectos culturales.
Es una práctica contestada por una parte de la sociedad chilena.
También hay dos pequeños museos interesantes. El Museo de Historia Regional Presidente González Videla, donde se explica la razón de los numerosos barrios de casas bajas en la ciudad y que tiene su origen en las viviendas que creaban las empresas para sus obreros.
Una pequeña sala está dedicada a los que buscan a sus desaparecidos de la época de la dictadura.
Esta es una constante en todos los museos que he visitado en Chile. Una de las cosas que llama la atención es el cambio en el tipo de fotos reciben el énfasis. Ya no recae tanto en las de los desaparecidos, casi siempre en blanco y negro, sino en las de los que los siguen buscando y el costo humano que han pagado.
También es interesante el Museo Arqueológico. Cuenta la historia de los pueblos originarios que existieron antes de la Conquista. Algunos, como Los Molle y su delicada cerámica, desaparecidos siglos antes.
Me encantó ver los artefactos de los Diaguitas. ¿Qué eran esos recipientes en forma de zapato? ¿Por qué no hay dos iguales?
También me sorprendieron los restos de humanos enterrados junto a camélidos. Nunca los había visto. Al parecer fueron una práctica excepcional y no se encuentra todavía una explicación de por qué se produjeron ese tipo de enterramientos.
Estando en La Serena me enteré que la premio Nobel Gabriela Mistral había vivido en la ciudad y que había una ruta mistraliana.
Visité varios edificios, incluida la Casa de las Palmeras y al girar saliendo de ella me encontré con una gran biblioteca pública, es la Regional Gabriela Mistral y ahí pasé horas leyendo, intercambiando libros en el trueque mensual y…aprendiendo a bailar cueca.
Hasta hace mes y medio, antes de aterrizar en Chile, nunca había oído hablar de la cueca o, si lo había hecho, no lo había registrado.
Pero las alusiones a este baile pronto comenzaron, aunque suavemente. Todo cambió estando en Caldera, que coincidió con el cambio de mes: llegó septiembre.
🇨🇱 Las tiendas y restaurantes comenzaron a llenarse de globos, banderines y guirnaldas con los colores de la bandera chilena.
También los autos sujetan banderas en sus ventanas o antenas o colocan tejidos ajustables en el reverso de los retrovisores o sobre sus capós.
Los maniquíes de las tiendas se vistieron con rapas folclóricas y pañuelos blancos enormes aparecieron por todas partes.
Desde que llegué a La Serena, día que pasa, día que la presencia de la tríada de rojo, azul y blanco se intensifica.
Frente a mi Airbnb estaba el patio de una escuela, donde los estudiantes se pasaron t la semana ensayando sus bailes.
Todo tiene una razón.
Septiembre en Chile es el mes del viento, y se sacan las cometas. 🪁
Pero es mucho más. Son las Fiestas Patrias, con día culminante el 18 y el baile de la cueca se hace omnipresente.💃🏻🇨🇱
Entonces, cuando vi que en la Biblioteca Regional Gabriela Mistral dan un curso de cueca, allí me anoté.
Los puntos principales son:
👉🏼 El paso es un-dos, un-dos. Es la base del zapateado.
👉🏼 Las figuras son: un ocho, una media luna seguido de un escobillado (que es como si arrastrases los pies al hacer el paso) para acabar en un zapateado.
👉🏼 Se baila en pareja y en una mano se lleva un pañuelo que se va moviendo. Unos dicen que en un círculo, otros opinan que lo pueden lanzar como un lazo.
👉🏼 Si no tienes pañuelo, puedes usar una bufanda o, incluso, un calcetín. El único no-no es una servilleta de papel.
👉🏼 El baile dura muy poco, como dos minutos, porque siguen una canción que es un poema.
👉🏼 Pero la letra y donde paran las frases indican cuando uno pasa del ocho a la media luna y así sucesivamente.
👉🏼 Que encaje la letra en el largo adecuado de los versos es común que se añadan palabras como Caramba o ay sí.
Al final de hora y media un grupo de unas 50 personas desde apenas dos años a más de 70 bailamos una cueca sobre un lápiz al ritmo de un cajón, una guitarra y una pandereta.
Desde que aprendí el un-dos, un-dos ensayo el paso todos los días.
Me voy a comprar un pañuelo blanco enorme y el 18 de septiembre yo bailaré una cueca.
🟢Fun Fact:😮
He estado ya en varias librerías en distintas ciudades de Chile. A ojo de buen cubero diría que entre lo más vendido están los libros de los españoles Marián Rojas Estapé y Juan Gómez-Jurado. (Eso es lo que exportamos, da para pensar un rato).
🟢 El español es de todos (y no sólo de los de Valladolid)🤓
En Chile:
volantín
sandwich
ostiones
cono
En España:
cometa
puente (fin de semana largo)
vieiras
cucurucho (para los helados)
¿Me regalas en los comentarios cómo le llaman en tu país? Tengo curiosidad
🟢¿Sabías qué…👩🏽💻
En el mundo tradicional andino las constelaciones no se forman uniendo estrellas sino espacios negros?
Son las constelaciones oscuras.
Hay el pastor (micheq), el zorro (atoq), el sapo (hanp´atu), la serpiente (mach´acuay) y la perdiz (yutu).
Aunque sin duda la más famosa y muy fácil de reconocer es la llama y su cría (llamacñawin y uñallamacha).
El mismo universo, otra forma de mirar.
🟢 Tip práctica ✓
Si eres turista extranjero en Chile y vas a estar por más de 30 días te aconsejo que actives una eSim.
El proceso de registrar tu teléfono si usas una sim chilena puede ser el descenso al infierno de la burocracia sin ningún humano del otro lado.
Avisado quedas.
🟢 Te dejo 👋🏼 con …
…una cueca. Esta ya es otra liga, son los campeones.
🚨 Antes de despedirme, mi agradecimiento a Malinalli García por crear el collage que, desde hoy, acompaña mi carta. Mira su IG Huellas Sonoras.
Ideas chulas con inteligencia y belleza.
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🥰 Gracias mil por estar ahí. Esta carta la he escrito desde La Serena, en la región de Coquimbo.
Cuando la recibas, estaré en el Valle del Elqui, el centro astronómico de Chile y también del pisco.
Que hermoso viajar a través de tus palabras. Soy de Argentina, pero mis abuelxs eran de Chile. Visite muchas veces el sur del país y estuve solo una vez en Santiago y alrededores, aun es una cuenta pendiente recorrer todo el país.
En Argentina el volantín o cometa es barrilete y también utilizamos cucurucho para el helado y puente al fin de semana largo.
Espero seguir leyendo de tus viajes. Un abrazo desde Italia🙌🏻
Me entusiasma leer tus cartas sobre Chile cada semana, sobre todo del norte, región que conozco poco. He ido más al sur y me muevo más en la zona central.
Para fiestas patrias tienes que probar un sismo de mayor intensidad: el terremoto, el trago típico del 18, que ya te puedes imaginar porqué lo nombraron así.