👋🏼 gente!
Esto es Raíces y Ramas, la carta dominical de historias de otros para repensar las nuestras.
✍🏼 Hace un par de días aterricé en Argentina.
Pareciera que vine por trabajo porque tengo una lista larga de qué ver, qué hacer, qué comer.
Pero los obligatorios son solo tres (y medio):
El Museo de la Inmigración, para solicitar el expediente de mi abuelo
Un café con los descendientes de una prima hermana de mi abuelo, de los que llevo su whatsapp
La visita al portal del edificio donde residió mi abuelo los tres años que trabajó en Buenos Aires
E intentar encontrar a los ausentes.
El olvido se tragó a los descendientes de Emilia, Delfina, Carmen y Constantino Vázquez López, los cuatro hijos de mis tatarabuelos Pedro y Manuela que emigraron a Buenos Aires en los años 20 de hace ahora un siglo.
Solo Constantino volvió. Fue en 1953 y 1961, la primera vez para vender, a su nombre y el de sus hermanas, lo que les había correspondido por la herencia de su padre. La segunda vez, para el mismo propósito, pero ahora vendían la herencia de la madre.
Los de aquí y los de allá estuvieron en contacto durante más de medio siglo. Mientras vivieron los hermanos que se quedaron y los que se fueron.
Si hubo cartas, yo no las tengo.
Lo que llegó a mí es una colección de fotografías y documentos.
Tantos los de aquí como los de allá se sacaban fotos de estudio que tienen un aquel de impostado, donde todos lucían elegantes. Luego cruzaban el océano.
Los de aquí tenían la costumbre de hacer una copia para ellos y así quedó la única foto que se conserva (o que se sacó) de mi tatarabuela Manuela. Está sentada y agarra un bolso que le hace de prop. Parece que era la primera vez que tenía uno entre sus manos.
Y tengo decenas de documentos que ya amarillean y huelen a cerrado. Los hay manuscritos y mecanografiados. Con sellos rojos de la República Argentina y añiles de la Sección de Asuntos Consulares de la Embajada de España en Buenos Aires. También los hay españoles, en folios dobles ordinarios y también en papel timbrado.
De todo ello salen retazos de vidas:
que Constantino fue carnicero y tuvo dos hijas
que una de las hijas de Constantino se casó con un italiano
que Delfina, Emilia y Carmen se dedicaron a “sus labores”
que Delfina, Emilia y Carmen emigraron solteras a la gran ciudad de Buenos Aires para acabar casándose –las tres–, con mozos del pueblo del que salieron
que los nombres de los mozos eran Esteban Lovelle, Delmiro Suárez Manso y Manuel Vázquez Gómez.
que los tres mozos eran obreros
que los los cuatro hermanos Vázquez López siempre vivieron en el mismo edificio.
También que Delfina fue la que firmó los papeles para que permitiesen emigrar a Argentina en 1950 a su sobrino Sindo, mi abuelo. Nunca lo había visto, pero firmó y se hizo responsable de él. Bastaba con que fuera hijo de su hermana Teresa.
Incluso sé que los tres hermanos Vázquez López ni renunciaron ni perdieron la nacionalidad española.
Murieron en Argentina siendo extranjeros
Solo Carmen se nacionalizó argentina. Y de esa decisión que se tomó en un momento de una vida, como si fuera un terremoto, hoy deja sentir sus consecuencias: Los bisnietos argentinos de Delfina, Emilia y Constantino son españoles, si quieren. Los de Carmen, no.
Ha pasado tanto tiempo que ahora ya somos los descendientes de los que se fueron y de los que se quedaron.
Ya no se trata del agujero de ausencia que ellos sintieron. Es curiosidad lo que mueve montañas.
🗝 Llaves para abrir tu historia familiar
🟢 Os dejo, por razones obvias, la web del Museo de la Emigración. ¿Pasó alguien de los tuyos por ahí?
🎡 Ideas para indagar en familias
🎧 Un periódico de ayer. Ese podcast colombiano me fascina. Ya he recomendado episodios sueltos, pero os pido que os subscribáis y los escuchéis todos.
📚 Matar a un ruiseñor, un clásico. Mi favorito.
.🙏🏼 Por favor, déjame saber tus sugerencias, comentarios, quejas…. Puedes hacerlo en los comentarios o simplemente contestando el email, como harías con cualquier otro.
👉🏼 Si no quieres recibir esta carta más, por favor, presiona unsubscribe al fondo de esta página.
👉🏼 Si no estás suscrito/a, por favor hazlo en este botón:
👉🏼 Si te ha gustado, compártela. Me harías un gran favor:
🌷 Un millón de gracias por abrir esta carta que cada domingo llega a tu buzón.