Bienvenida/o a Raíces y Ramas, crónicas viajeras de una señora de provincia. Si no estás suscrito, aquí puedes hacerlo.
Hola 👋🏼
¿Cómo estás?
Cuando recibas esta carta estaré volando sobre el Pacífico, donde lo que es dirección Oeste y Este se confunden en mi mente y una línea imaginada marca el cambio de día.
El domingo 27 de abril no existirá, habré embarcado en Santiago el sábado 26 y cuando aterrice en Auckland será lunes. Giraré las manillas de mi reloj de pulsera 16 horas hacia adelante.
Llegaré a Nueva Zelanda después de un viaje que me ha marcado. He atravesado los 4.000 km que separan Arica y Paranicota, la región más septentrional de Chile, de Magallanes, la más meridional.
Además volé a Rapa Nui/Isla de Pascua que, aunque Chile, es la Polinesia, geográfica y culturalmente.
Necesité 120 días y, por los límites te tiempo impuestos a los turistas, ingresé dos veces al país.
El resultado es que he estado en las 16 regiones de Chile y lo que sigue a continuación son mis impresiones sobre lo que vi, sentí, pensé y hablé.
1- El desierto 🌵
Sin el Atacama no hay Chile.
Es una arenal inmenso entre el Pacífico y los Andes que se extiende por cuatro regiones –Arica y Paranicota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama–.
Es el corazón económico del país, donde se extrae el cobre y el litio y, antes, el salitre.
Chile lo obtuvo casi todo por conquista en la Guerra del Pacífico, un conflicto por el que Bolivia y Perú todavía lloran el territorio que perdieron.
En los viajes en bus se sumaron horas monótonas pero hipnóticas de sólo ver arena. A veces aparecían como un espejismo plantaciones de frutas para la exportación que indicaban la presencia agua subterránea.
También se veían en las lomas geoglifos gigantescos de época pre-incaicas. El poco tráfico era principalmente de vehículos 4x4 con arcos metálicos y cintas fosforitas que indican que pueden entrar a las minas.

Con suerte vi tajos inmensos en la tierra de las minas del cobre y salinas que esconden el litio.
Y cuando llega la noche, al mirar al cielo, vi un firmamento negrísimo en el que las estrellas brillaban con una intensidad sin igual.
Aunque ya estoy habituada a las estrellas que sólo se ven en el hemisferio sur, me siguen fascinando del mismo modo que me sigue sorprendiendo ver a las constelaciones “del revés”, donde a Orión primero le surgen los pies y a Escorpio la cola.
Son miles los turistas extranjeros que hacen el tour Salar de Uyuni (Bolivia), San Pedro de Atacama (Chile) y Salta (Argentina) y con eso ya dicen que conocen Chile.
Sin negar que el paisaje que rodea a San Pedro y la calle Caracoles son bellos, el pueblo es ya una respuesta a lo que se supone que el turista quiere. Parece salido de un reel de Instagram de qué hacer en 2 días y tener un sello más en el pasaporte.
En su correr esos turistas han ignorado las joyas del desierto:
🟢 Las momias chinchorro, las más antiguas del mundo, mucho más que las de Egipto. Son Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
🟢 El oasis de Pica, un buen lugar para una introducción a la astronomía bajo los cielos chilenos
🟢 Las ruinas de las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y la impresionante de Chacabuco, que fue también centro de detención durante la dictadura de Pinochet.
🟢 Paranal, el mayor telescopio en la Tierra, propiedad del Observatorio Europeo Austral y donde se rodó Quantum of Solace, de la saga de James Bond.
🟢 Parque Nacional de Lauca, donde se superan los 4.000 metros de altura y no es difícil apunarse.
🟢 Y lo que vi desde el autobús a 100 km por hora: trocitos rosas del desierto florido. Fue inesperado y bello.
Las ciudades🏙
He estado en todas las capitales regionales y, obviamente, en Santiago.
En general, las ciudades chilenas no son atractivas, pero hay excepciones.
Valdivia, situada en un estuario y rodeada de ríos, es una belleza.
Valparaíso, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, es una de las ciudades más interesantes que he visitado en todo el mundo. Sin embargo, provoca también rechazos.
Es colorida, se extiende por una multitud de cerros con vistas al océano y es un museo de arte contemporáneo al aire libre.
Es, además, una ciudad extremadamente politizada que se mueve entre dos polos: la izquierda de la izquierda con una base en el mundo obrero del puerto, y la derecha de la derecha, anclada en la Armada que tiene ahí su sede principal.
Algunos barrios pueden ser inseguros, pero de día es un placer deambular por la mayoría de sus cerros y subir y bajar en sus viejos ascensores.
Creo que puedo afirmar que en todas las ciudades de Chile han quedado marcas del estallido social de 2019. En Valparaíso están por doquier: arte callejero, grafitis, rayones y destrozos. Hay calles que parece que por ahí pasó la guerra.
El estallido social, que tuvo diferentes ángulos en cada ciudad, es hoy motivo de debate y enfrentamiento en el análisis. Su onda expansiva, a favor y en contra, sigue ahí.
En Santiago también hay zonas por las que parece que pasó “La Brigada de Vamos a Rayar”. Hay, asimismo, mucho arte callejero interesante que quiere mostrar algo y lo logra, provocando un pensar, o un rechazo o una risa.
Los barrios de Santiago son muy diferentes entre sí y hay zonas que, de noche, evito, como los alrededores de la Estación Central o de la Terminal.
Otras terminales que encontré en las que había que andar con tiento fueron las de Iquique y la de Puerto Montt, siempre en horas muy tempranas del día o primeras de la noche (nunca inicio o acabo un viaje en lo profundo de la madrugada).
La primera vez que estuve en Puerto Montt, para iniciar mi viaje por la Carretera Austral, no me gustó. Llegué durante un temporal y me alojé en la zona de la terminal y quizá eso enturbió mi visión.
Regresé para hacer el tramo de Chile que me faltaba entre Puerto Montt a Santiago y ahí ya conocí otra ciudad, una que, al parecer, tiene unos 20 años.
Tiene su origen en la industria del salmón de piscifactoría, ya que la parte de río del ciclo del salmón se hace en sus alrededores y eso ha llevado a una concentración de empresas que la sirven, administradores que la gerencian y trabajadores que la sacan adelante.
Otra ciudad que me gustó está en el extremo sur de Chile y es Puerto Arenas, que tiene uno de los cementerios más bellos del mundo con pasillos sinfín creados por cipreses que asemejan misiles.
Algún día escribiré una carta sobre uno de los mausoleos, o mejor dicho, sobre un personaje enterrado en uno de ellos, un tal Menéndez.

Lo que sí tiene Chile es un ramillete de ciudades pequeñas, hermosas y agradables como Puerto Varas, Villarrica o Pucón y pueblitos divinos como Tortel.
Los Parques Nacionales🦌
Chile es un paraíso para los senderistas y amantes de la Naturaleza.
Tiene 46 parques nacionales muy diferentes entre sí. Hay altiplano, desierto, glaciares, selva valdiviana, alta montaña y océano.
Hay pumas y cóndores, huemules y pudús, guanacos y zorros chilotes. También alerces milenarios que ya llevaban 2.000 años en esta tierra cuando Tutankamón apareció en escena.
Torres del Paine es la gran estrella para los turistas y más de 400.000 senderistas ingresaron a ese parque el año pasado.
Mis P.N. favoritos son:
Lauca
Queulat
Cerro Castillo
Torres del Paine
Siete Tazas
El Chile de antes 🪁
Chile, en general, es seguro, aunque tiene zonas intensas. Yo diría que para los turistas es muy seguro.
Pero en Chile la percepción es que la delincuencia está fuera de control y se atribuye en buena parte a la entrada masiva de migrantes irregulares venezolanos en los últimos años.
Entre la gente que buscaba simplemente un lugar donde ganarse la vida entraron delincuentes de todo tipo y miembros del temido Tren de Aragua. Eso es un hecho.
Una de las consecuencias de este fenómeno que tanto ha perturbando en Chile es que se mira al pasado con nostalgia, se mira hacia “el Chile de antes” como un lugar mítico, sin apenas delincuencia.
Si esa idea resuena es porque tiene su dosis de verdad y un lugar para vivir “el Chile de antes” es el Valle del Elqui en Coquimbo y otro es la Carretera Austral.
Es fácil llegar al Valle del Elqui desde La Serena. Es bello, tiene un cielo estupendo para las observaciones astronómicas, es el corazón de la industria del pisco, de la cocina en hornos solares de Villaseca y es también donde se rinde culto a la Nobel Gabriela Mistral.
Es un lugar al que ir.
Las entrañas de Chile 🇨🇱
En un museo de Valdivia hay una copa de cristal verde. Es la estrella de una vitrina dedicada sólo a ella.
A primera vista parece una copa normal, pero es un objeto único: sólo sobrevivió esa copa de vajilla después del terremoto de 1960, el más intenso registrado jamás en todo el mundo.
En Chile siempre puede pasar algo sobre lo que los humanos no tenemos control y para avisarnos hay señales y semáforos especiales:
👉🏼 el que te advierte de la radiación solar asociada a la altura
👉🏼 la que te dice hacia dónde escapar en caso de tsunami
👉🏼 el que alerta del peligro de erupción de volcán, etc.
Este último es muy necesario ya que en Chile hay 47 volcanes activos. Pero la Naturaleza se puede encabritar de más formas y hacerlo a lo grande. En el último tsunami gordo, en 2010, las olas llegaron a los 27,6 metros de altura.
Sucedió siguiendo a un terremoto 8,8 en la escala Richter. Fue tal el destrozo en la ciudad de Concepción que se ganó nombre propio: el 27F porque sucedió el 27 de febrero.
Con esta realidad, en cualquier momento las ciudades se rompen, sus suelos se hunden o elevan y las costas avanzan o retroceden.
Ves las alteraciones en la Naturaleza por doquier: las piedras gigantesca y redondas que aparecieron de la nada en Queulat en los años 60, fruto de un aluvión y que parece que se le escaparon a los dioses griegos en busca de un nuevo Sísifo…
…la evaporación de la costa donde el barquero de las almas recogía su carga en Chiloé…
…el hundimiento de los bordes de la Isla de la Teja y el surgimiento de inmensos cañaverales…
La Naturaleza en Chile es hermosa pero tiene el poder de desencadenar la destrucción.
Por otro lado, la actividad volcánica tiene su cara positiva: en Chile hay infinidad de termas. Me encantaron las Geométricas en la región de Los Ríos. Un acierto de diseño
Algo único que sólo tiene Chile: Rapa Nui 🗿
Isla de Pascua me fascinó. No me extenderé porque ya escribí sobre ella. Sólo añadiré que ir a Chile como turista e ignorar a Rapa Nui me parece “un pecado”.
Los turistas 👫
Los últimos datos dicen que viajaron a Chile en 2024 unos seis millones de turistas internacionales, eso es menos que a Colombia, Argentina o Brasil.
Un buen número son argentinos que vienen a comprar.
Para el resto, su viaje tienda a reducirse a San Pedro de Atacama o/y Torres del Paine. Si añaden algo más es Rapa Nui. Saltan de un lugar a otro ignorando lo que queda en medio.
Y lo que queda en medio es singular, interesante, bello, curioso y, en ocasiones, único:
el cielo chileno del Atacama o el Elqui
el valle vitivinícola del Colchagua
Valparaíso
bucear entre bosques de huiros en Iquique
Pucón y todo lo que hay alrededor
Carretera Austral
Y mi pequeña gran obsesión: las momias chinchorro.
En realidad, el recorrido, creo, debe ajustarse a uno.
Yo ignoré, entre otros, los centros de esquí, la pesca en río que tengo entendido es de lo mejor del mundo y las navegaciones a glaciares. Esto último porque he navegado por Antártida y Lago Argentino y he estado en Perito Moreno.
Pero si eres amante de la Naturaleza, la Historia y/o Política, Chile tiene más opciones de las que podrás conocer en tus vacaciones.
Moverse por el país es fácil, salvo en Carretera Austral que exige más logística.
Los autobuses entre ciudades son una categoría muy superior a la de Europa o Estados Unidos. Además, si quieres conducir y alquilar un auto, en Chile hay muy buenas autopistas, excepto en la región austral.
Y jamás en Chile un carabinero te parará para pedirte una mordida o coima. Y, francamente, tampoco son tantos los países latinoamericanos donde eso se pueda afirmar con certeza.
Una advertencia ⚠️
Por ley, los turistas extranjeros no pagamos IVA en nuestro alojamiento. Debemos mostrar el PDI (papel que te da migraciones a la entrada) y pasaporte y pagar con tarjeta de crédito en dólares (la tarjeta hace el cambio directamente).
En uno de cada tres hoteles he tenido que pelear para que se cumpliera la ley. Al final todos lo hicieron, pero hay que exigirlo. Mi impresión es que los recepcionistas no saben la ley y sólo después de consultar con la Dirección se resuelve el problema.
Lo que los chilenos piensan de su país vs. lo que yo pienso 💭
No hay país con más banderas nacionales que Chile. Ni siquiera Estados Unidos.
Hay, en general, un amor grande hacia la idea de Chile, respeto y lealtad. En las fiestas patrias se vienen hacia arriba y celebran por todo lo alto.
Al mismo tiempo, no creen que sean un gran país, ni siquiera uno medianamente bueno. Está muy extendida la opinión de que son apagados, incluso mediocres.
👉🏼 Y hay dos versiones enfrentadas sobre el pasado y sobre el futuro. Sobre la igualdad y la desigualdad.
Mi punto de vista de turista difiere de lo que piensan muchos chilenos. Para mí Chile:
🟢 Es extraordinariamente diverso geográfica, étnica y económicamente. Dentro de Chile hay muchos Chiles.
🟢 Es un país complejo y, políticamente, tenso.
🟢 Los chilenos, en general, son contenidos, pero agradables, corteses, siempre solícitos y jamás mediocres.
Creo que es importante reconocer que Chile es un país geográficamente e históricamente aislado, en el extremo de un continente, separado de su vecinos por el desierto más seco del Planeta y por una cordillera imponente.
También, que aquí el suelo se raja y tiembla con frecuencia a una intensidad jamás vista en otros lugares, mientras el mar le puede echar encima olas de tamaño mítico y las montañas explotan cuando nadie lo espera.
Ahí, en esa tierra que ruge y estalla a su antojo, con una población de orígenes muy diversos, los chilenos han creado industrias punteras a nivel mundial en minería, agricultura y pesca y un país donde nunca he visto a un niño mendigo en la calle, cosa que tampoco tantos países latinoamericanos pueden decir. Pero, al mismo tiempo, tienen un país que en el ranking mundial de desigualdad ocupa el lugar número 14 (índice Gini).
Acabo esta carta con unas citas de Nostalgia del desastre de Constanza Michelson:
El estallido social de 2019 en Chile es una especie de enigma. Para algunos fue lo mejor que les pasó en la vida; para otros, lo peor. Los primeros sostienen que fue provocado por una crisis que le antecede; los segundos alegan que la crisis empezó con el estallido. Lo interesante es que ambas posiciones tienen razón.
Y añade más tarde:
Había una verdad y una mentira en todo lo que pasó. Chile estaba – y está – enfermo, entre otras desigualdades y desprotecciones, de sus sistema injusto de salud. Es la verdad que representaba Vade. Pero su mentira también era parte del estado de ánimo del estallido: se le atribuyeron al país enfermedades que no tenía.
Y concluye:
Una idea que comenzó a repetirse en la última década es que los años del retorno a la democracia, “los 30 años” fueron en realidad una continuación de la dictadura
…Se le atribuyeron palabras diversas: crecimiento, modernización, desigualdad, posfascismo. Desde luego, en la discusión se juegan trayectorias vitales, lugares sociales, intereses corporativos, verdades, verdades a medias y, creo, anhelos inconscientes…
Pero tal como en las historias personales, en las colectivas quedan fantasmas revoloteando.
El pensamiento de Michelson resonó con ideas que yo llevaba meses rumiando, que aquí hay mucho fantasma revoloteando.
Lo único que te puedo decir es que, si eres extranjero, Chile merece las vacaciones más largas que te puedas tomar. Hermoso. Complejo. Larguísimo. Seguro. Diverso. Amable. Político.
FAS-CI-NAN-TE.
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Y aquí te dejo otras cosillas que hago. Por si te interesan, esos son mis servicios.
🥰 Gracias mil por estar ahí. Esta carta la he escrito en Santiago. Cuando la recibas estaré camino de Nueva Zelanda 🇳🇿
Tenía pendiente leer este relato.
Chile ocupa un lugar especial en vida y quería poder leerte con calma.
La profundidad de tus viajes (y textos) me resulta fascinante.
Pocas veces he leído sobre mi país y si gente un texto tan lúcido. Representa muy bien lo que somos. Gracias Luz por estas reflexiones que aportan a pensarnos y a los patiperros como tú.