👋🏼 gente!
Bienvenid@s a una nueva carta dominical. Y también a pedir un favorcito. Empezamos.
✍🏼 De Manuel Quintela se decía que era tan rico que todo su dinero no entraba en un camión.
Era el acaudalado de Os Peares.
Era, también, hermano de mi bisabuelo Antonio.
Y es uno de mis misterios.
En 1942, Manuel pasó cuatro meses en prisión.
Cuando me lo contaron, hace menos de dos años, fui inmediatamente al Archivo Histórico y encontré su ficha de paso por la Prisión Provincial. Incluso ubiqué su número de expediente. Creo que podría encontrarlo fácilmente.
Pero cuando lo comenté con familiares, la respuesta fueron lacónicos “déixao”, “non o fagas”.
Y así está el asunto. Parado en la acción, burbujeando en el pensamiento.
Manuel Quintela Quintela nació en el sur de Lugo el 23 de octubre de 1888. Fue el tercer y último hijo del matrimonio de Andrés Quintela y Generosa Quintela, labriegos de fe fervorosa.
Cuando los hijos se convirtieron en mozos, siguieron caminos distintos.
El mayor – bisabuelo Antonio–, se quedó a cargo de los padres y las tierras. Se casó con una moza devota y se ganó la vida como carpintero con cierto renombre local, a pesar de ser analfabeto.
Nació, crió a sus seis hijos y murió en el mismo pueblo. Nunca tuvo, ni sintió ( o expresó), necesidad de un mundo más allá.
Los aventureros fueron sus hermanos Lisardo, el segundo, y Manuel, el benjamín. Embarcaron en el puerto de Vigo en el Highland Corrie y desembarcaron en Buenos Aires el 30 de mayo de 1912.

Tenían, respectivamente, 26 y 23 años, aunque sus edades se registraron incorrectamente en el Hotel de Inmigrantes de Argentina. O bien el funcionario puso lo que se le ocurrió o le entendió a dos gallegos que de aquellas no hablaban castellano o bien los dos mozos mintieron, que también puede ser.
En Buenos Aires Lisardo y Manuel trabajaron y ahorraron lo suficiente como para estar ya de regreso en su pueblo en 1926, dueños de pequeños capitales.
Cada uno abrió un almacén en Os Peares, aprovechando el movimiento y comercio que la estación de tren había creado en ese pueblo dividido entre dos provincias y cuatro municipios y que les quedaba tan cerca a la casa de sus padres.
También cada uno construyó una casa cerca de los almacenes. Una al lado de la otra.
Ambos se casaron. Y ambos prosperaron, aunque Manuel, de naturaleza negociante, se enriqueció más que Lisardo, amable de carácter pero menos sagaz.
Pasaron los años y llegaron tiempos tenebrosos, de muertes nocturnas y acusaciones secretas.
En España ya había acabado la Guerra Civil pero todavía no se había comenzado la paz cuando, en el verano de 1942, detuvieron y encarcelaron a Manuel.
👉🏼 Cuatro meses más tarde lo dejaron en libertad.
👉🏼 Pero nunca se supo de qué lo acusaron ni quién.
👉🏼 Yo quiero saber. Quién fue y por qué.
👉🏼 Pero me sugieren que es mejor dejarlo estar.
Después de mucho preguntar he sabido que cuando sucedió el evento se sospechó que Lisardo, el hermano de Manuel, había sido el delator.
Se ve que él siempre lo negó y que Manuel aceptó por buena la palabra del hermano y corrió un tupido velo. No quiso saber más y siguió estando muy vinculado a toda su familia.
Sólo unos años más tarde ayudó a un sobrino a salir de la cárcel. Era José Quintela, hijo de su hermano Antonio y hermano de mi abuela Celia.
Cuando Manuel intervino, José ya había pasado por al menos tres campos de detención, acusado de traición por haber pasado la Guerra Civil en Argentina. No se había incorporado a filas cuando lo llamaron, ni había enviado constancia de que estaba fuera de España desde antes del golpe militar del 18 de julio del 36.
Y así, cuando intentó regresar a España, lo detuvieron ya en el propio barco, de pabellón español, y acá lo tuvieron rodando por centros de detención.
Lo liberaron porque Manuel, que era el familiar “con mundo” se ofreció a viajar a Madrid y negociar para conseguir su liberación.
No sé con quién habló ni cuánto le pagó. Pero así es como se consiguió la liberación del detenido: viajando en tren a Madrid con una maleta con el dinero que habían logrado juntar entre los padres, hermanos y cuñados de José y a la que Manuel añadió parte de su bolsillo. 🧳
Nunca pidió que se le devolviese el dinero ni agradeciese la gestión.
🙇🏻♀️ 🙇🏻♀️🙇🏻♀️
Ese era Manuel y yo sí quiero saber. Quiero saber quién fue el autor de la delación que acabó con Manuel en la cárcel y por qué.
Por el tiempo transcurrido, todos los protagonistas de esta historia están muertos y enterrados. Sus cuerpos descompuestos y desintegrados.
Me pregunto por qué tanta gente se empeña en no saber, en seguir colocando pantallas que nos ocultan el pasado.
¿Será que en el fondo creemos que los hijos heredan los pecados de los padres y saber puede abrir zanjas impasables, rencores nuevos y amarguras imborrables?
No tengo la respuesta a esa pregunta. Pero yo sigo queriendo saber.
🙇🏻♀️ 🙇🏻♀️🙇🏻♀️
Hasta aquí, la Carta dominical de hoy.
PIDO, por favor, recomendaciones de libros y series.
He parado de leer abruptamente y en cuestión de series, todavía estoy peor: veo una y otra vez las mismas series coreanas…aunque esto último al menos me ha servido de aliciente para estudiar y aprender el hangul (alfabeto coreano).
POR FAVOR, ¿libros? ¿series?
Gracias
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🌷 Un millón de gracias por abrir esta carta que cada domingo llega a tu buzón.
Te apoyo en seguir indagando porque ahora yo también quiero saber :-D Series: estoy viendo Carol y el fin del mundo y me está gustando bastante. No sé si será de tu estilo, pero échale un ojo.