
👋🏼 Hola, ¿cómo estás?
Te cuento que sigo en Minas Gerais, donde mi ignorancia agrió los mis planes. Los rehice y me encontré con una ciudad estupenda y la maravilla de Inhotim, donde escuché como la Tierra rugía, “cantaba” y se quedaba callada.🌎
Mi idea inicial era viajar de Ouro Preto a Diamantina, la otra ciudad colonial de Minas Gerais Patrimonio de la Humanidad. Pero me topé con la realidad del tamaño de ese estado, ya que dentro de sus límites caben España, Holanda y Suiza, y aún le sobran kilómetros cuadrados.
Enseguida descarté mis planes porque ya no puedo más con viajes en bus que duran más que un día laboral. Así que me quedé en Belo Horizonte, la capital estatal, y resultó ser una sorpresa grata.
🏙 Belo Horizonte, que surpresa agradável
Es una ciudad moderna planificada enteramente a finales del siglo XIX. Su centro antiguo es un gran damero de calles paralelas y perpendiculares, que a su vez son cortadas por avenidas diagonales.
Todo ello rodeado por una gran avenida llamada, lógicamente, Contorno.
En aquel momento el peso económico y político de Minas Gerais era tal que hasta 1930 los presidentes de Brasil eran, alternativamente, un paulista y un mineiro.
👉🏼 Al pacto se le conoció como Café com leite (café por Sao Paulo y leche por Minas Gerais que controlaba la industria láctea del país).
En la década de los 40 la ciudad se embelleció con edificios modernistas, incluidos varios proyectos de Oscar Niemeyer.
Es, en parte, obra de este arquitecto el magnífico complejo de Pampulha, a unos 13-15 km de la zona más antigua de la ciudad.
Alrededor de una laguna artificial de 17 kilómetros de diámetro se levantaron edificios modernistas, como la iglesia de San Francisco de Asís (foto que abre esta carta) o la casa con tejado en V del presidente brasileño Juscelino Kubitscheck.
También, lindos miradores, edificios brutalistas, jardines botánicos, museos e infinidad de restaurantes. La UNESCO lo declaró Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad.
Es una belleza que se puede recorrer caminando, en bus público o en bicicleta, que se puede alquilar en varios lugares. El paseo se llena los fines de semana de belo-horizontinos haciendo deporte, pescando, ligando o pasando el día.

Belo Horizonte se puede conocer caminando o, cuando se ha tenido suficiente de subidas y bajadas continuas, tomando un Uber, que es barato.
La impresión que se saca de las caminatas es que es una ciudad artística, con infinidad de museos, galerías de arte, conciertos, teatros, clubs de lectura y salas de cine donde siempre hay cintas brasileñas en cartelera.🎨
Además, hay dinero.💰
Aunque es evidente la presencia de los sin techo, como en toda concentración urbana grande, también es manifiesta la capacidad económica de un buen número de los belo-horizontinos.
Se ve en los precios y la calidad de los cafés, en las tiendas, en los coches en las calles y hasta en los baños de los centros comerciales.
👉🏼 Algunos tienen tocadores que yo sólo había visto en películas, atendidos por doncellas con uniforme a las que sólo les falta la cofia.
Pero una de las cosas que más me ha llamado de la ciudad es su organización.
Es fabulosa en el Mercado Central, lugar que me fascina y al que ya he ido tres veces: a desayunar, a comprar espectaculares frutos secos a granel y a probar queso artesanal local, también reconocido por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por su modo de hacerlo.
Como me defiendo con el portugués, me he dedicado a catar en los puestos del mercado queso de Canastra que, aunque habitualmente se marida con cachaza, yo preferí combinarlo con café.
También es evidente la organización de la Feira Hippie, considerado el mercadillo más grande de Latinoamérica.
Se puede comprar desde ropa a bisutería linda muy barata, artesanías, productos de cuero, comida y mucho juguete, incluidos los puestecillos especialistas en ropa de muñeca.
Mattel no lo sabe, pero las Barbies de Belo Horizonte tienen a su disposición una colección de vestidos únicos, coloridos y originales. Son maravillosos.
🟢 Por curiosidad miré estadísticas sobre Belo Horizonte y me encontré con un documento de la ONU que la consideraba la ciudad con mejor calidad de vida de Latinoamérica.
Hay cosas que se ven en la calle, simplemente pateándolas durante horas por días. Luego, las estadísticas lo confirman.
🎨 El sueño bello de Inhotim
No sé cuándo fue que oí hablar por primera vez de Inhotim, pero no fue hace mucho. No le hice caso hasta que descarté ir a Diamantina. Resultó que me enamoré del lugar y planeo volver la semana que viene.
Inhotim está a 90 minutos de Belo Horizonte en autobús. Hay que reservar con al menos 24 horas de antelación y llama la atención la cantidad de viajeros internacionales solos.
Se ve que es un imán para la gente que disfruta del Arte aunque no es fácil encontrar información sobre Inhotim. Casi todo lo que hay en internet es básicamente un eco de la misma información.🤷🏻♀️
El propietario es Bernardo Mello Paz, un nieto de inmigrantes que hizo una fortuna en minería y siderurgia, especialmente vendiendo el Grupo Itaminas a un consorcio chino.
👀 Ojo con la soft diplomacy de China en Latinoamérica. Estamos viendo cómo se escribe la historia delante de nuestra mirada.
Pude averiguar que Mello Paz ha tenido varios encontronazos con la Justicia por delitos de evasión fiscal, aunque después de varias condenas, ha resultado absuelto.
También es público que ha llegado a acuerdos con el estado de Minas Gerais para saldar deudas con obras de arte, de las que ha dejado de ser propietario pero siguen en Inhotim.
En cuanto a las acusaciones periodísticas de descalabros ambientales y de empleo de mano de obra infantil en el pasado en sus empresas, hasta donde yo sé, no ha habido respuesta.
Tampoco excesiva cobertura. Esto, reconozco, me produce malestar, incluso conflicto, porque Inhotim me ha enamorado.💭

Lo primero que llama la atención sobre Inhotim es que es inmenso. Su tamaño no ha parado de crecer desde que se creó en la década de los 80 como el lugar en el que Mello Paz ubicó su colección privada (Hasta 2006 no se abrió al público).
Está ubicado en un lugar montañoso, bellísimo, donde se junta la frontera entre la vegetación propia de la Mata Atlántica y la del Sertao brasileño.
Además, se han creado jardines introduciendo especies de otras zonas del planeta, como el hermoso jardín de orquídeas de aire asiáticas. También se han construido varios lagos artificiales.
La palabra para describir este gigantesco jardín botánico es simple: belleza. Y aquí está alojada la que se considera la mayor concentración de arte contemporáneo del hemisferio sur y uno de los mayores museos al aire libre del mundo.
También acoge cafeterías, restaurantes, una tienda y, desde diciembre de 2024, un hotel.
Las obras de arte, que están en el exterior o en pabellones, están distribuidas a lo largo de tres rutas que se diferencian por colores.
La amarilla sólo se puede recorrer andando, pero para la naranja y la rosa se puede caminar o recorrer en unos carritos de golf que transportan a un máximo de cinco pasajeros entre distintos puntos.
Pasé un día sin parar y no me dio tiempo ni ver la mitad. Entre los pendientes quedó la galería de Adriana Varejao, la gran artista brasileña.
Admito que hay obras que no entendí. El arte contemporáneo es un lenguaje que puede resultar muy extranjero.
Otras me provocaron una reacción visceral en mi cuerpo de rechazo, como la exposición fotográfica sobre la prostitución de Miguel Río Branco.
Otra me provocó agobio. Fue el enorme rectángulo blanco con metal a temperatura de nevera titulado Neither de la colombiana Doris Salcedo.
Ambas obras son exitosas. El que ve, el que mira, responde ante ellas. Eso, para mí, es el arte.
También hay obras juguetonas y visualmente muy bellas, como la agenda-piscina del argentino Jorge Macchi.
También la ciudad ficticia recreada en velas encendidas y proyectadas en la pared de Carlos Garaicoa, titulada magníficamente como Ahora Juguemos a Desaparecer.
Asimismo disfruté dos de las tres instalaciones de Yayoi Kusama (la tercera estaba cerrada por mantenimiento).
En Aftermath of Obliteration of Eternity, la única instalación en la que tuve que hacer fila, se entra a una caja cerrada de uno en uno o, como máximo de dos en dos. Y la guardiana de la puerta la cierra por un minuto.🚪
Sólo te puedes girar sobre ti mismo, 360 grados, pero si caminas te arriesgas a caer en un agua que no ves.
Hay oscuridad y luego luces, tantas que ni sé ponerle un número. Hay espejos y mi cuerpo, mi ser, se duplica, triplica, cuadruplica…hasta el infinito.
Y te preguntas: ¿quién soy? ¿Cuántas soy? ¿...? Y en medio de esas disquisiciones filosóficas, se abre la puerta. Es turno para el siguiente turista.
Pero mis instalaciones favoritas tienen que ver con el audio.
En el Pabellón Sónico, Doug Aitken nos permite escuchar las entrañas de la Tierra.
En una construcción circular donde sólo hay madera y cristal (parcialmente velado para permitir ver sólo de frente), unos micrófonos que alcanzan los 200 metros bajo tierra recogen el sonido de nuestro planeta.
Hay reverberación y sabemos, porque nos lo dice la información del lugar, un poco de ecualización.
Hay un sonido cambiante e infinito. Según mi percepción diría que alterna el casi silencio con rugidos, seguido de susurros que se me asemejaron al cantar de las ballenas.
Me senté en el suelo a escuchar.
Otros, llegaban, oían, y se echaban sobre la madera, pegando un oído a ella.
No sé cuánto tiempo permanecí allí. Cuando me levanté y salí buscando un carrito de golf iba pensando ¿será que no le estoy prestando atención a lo que MI planeta tiene que decir?

Me impresionó casi tanto como la instalación Forty Part Motet de la británica Janet Cardiff.
Imagina un rectángulo. Dentro, repartidos en semi círculo, ocho grupos de cinco altavoces cada uno. Y dos asientos en el medio.
Y el sonido: 40 voces del coro de la catedral de Salisbury entonando el que se considera el motete más complicado para cantar de todos los que se han compuesto hasta hoy.
El autor del motete fue Thomas Tallis y lo hizo para celebrar el 40 aniversario de la entronización de la reina Isabel I.
Tallis era católico y en el momento en que creó su obra la represión sobre su religión lo colocó en una situación complicada.
De ese momento histórico, de esas circunstancias y de esa sensibilidad de Tallis salió Spem in alium nunquam habui. (Traduzco para los que no estudiaron latín en el bachillerato pero creían que los de letras éramos menos inteligentes: Esperanza en cualquier otro).
Pero lo extraordinario es que en cada altavoz sale sólo el sonido grabado por un único micrófono que recoge la voz de una sola persona.
Cardiff otorga a cada consumidor (o amante) de arte un poder. Porque dependiendo de cómo te muevas por la instalación, acercándote/alejándote de un micrófono u otro, escucharás diferentes armonías.
Obtienes tantos resultados como quieras. El poder de crear está en ti, en cómo tú decidas moverte al compás del embrujo del maravilloso instrumento que es la voz humana.
Intentaré regresar a Inhotim la semana que viene para ver todo lo que me quedó pendiente.
🎭 Blocos
Para acabar me gustaría hablar un poco de los blocos. Sin ellos sería impensable el Carnaval.
Desde cinco semanas antes del Carnaval en todo Brasil se celebran los blocos. Son fiestas en los barrios gratis para el que quiera ir que pueden y pueden responder a distintos temas como feminismo, historia, fútbol, etc.
Tienen lugar los fines de semana durante el día, a distintas horas, algunos incluso por la mañana.
Hay música, mucha cerveza y, en algunos, incluso desfiles y la gente se viste, maquilla y peina para la fiesta.
El ambiente es festivo y alegre.
En Belo Horizonte no me he animado a ir un bloco porque he visto un buen número de personas con mascarillas por la calle.
Me da la impresión que hay mucho Covid en la ciudad y como viajo en avión el próximo viernes prefiero evitar lugares con aglomeraciones para disminuir el riesgo de enfermar.
Lo que sí he visto cuando caminaba por la calle es multitud de gente yendo hacia blocos varios.
Me ha llamado la atención que aquí, en Belo Horizonte, es muy común el motivo blanco-negro de “vaca” . ¿Será por el pasado lácteo del estado y que se siguen considerando o leite en la poderosa dupla política y económica café com leite?
Abrazos y hasta la semana que viene, ya desde Sao Paulo. 😘
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🥰 Gracias mil por estar ahí. Esta carta te la envío desde Belo Horizonte 🇧🇷
Que maravilla de descubrimiento Luz!!! Deseo que lo estés disfrutando muchísimo