👋🏼 Hola, ¿cómo estás?
Me encuentro en Paraguay. Necesitaba salir de Argentina y quiero ir a Brasil y Paraguay queda, digamos, de paso.
Lo vi como una oportunidad para conocer un país al que, francamente, no se viaja de turismo para conocerlo. Pero ha resultado tener “chicha”.
En Asunción el calor en esta época del año es espantoso. Las tardes no existen porque lo único válido es estar en interior con el aire acondicionado.🔥
👉🏼 Mientras que en Argentina los Airbnb empiezan a cobrar un extra si tienes consumo alto de electricidad o los hoteles te piden que no bajes el termostato de 24 grados, en Paraguay hay barra libre.
👉🏼 Es uno de los principales exportadores de energía eléctrica del mundo gracias a la presa de Itaipú, que comparte con Brasil, y la de Yacyretá, de la que es copropietario junto con Argentina.
👉🏼 Como el consumo interno por la falta de industria es muy bajo, exporta casi todo lo que produce.
Dentro del país, menos las calles, todo está fresco, incluso en la catedral de Asunción dan misa con las puertas abiertas y se siente casi frío porque el aire acondicionado funciona como si no hubiera un mañana.
También es muy fácil obtener guaraníes, que son necesarios para pagos pequeños como la lavandería, propinas o comprar fruta en la calle a vendedores ambulantes.
En todas las gasolineras hay cajeros automáticos y mi impresión es que la comisión que cobran por retirar es de las más pequeñas de toda Sudamérica.💵
Después de estar en Argentina, donde es un lío, se agradece algo tan sencillo como introducir tu tarjeta y obtener dinero local.
Para casi todo se puede pagar con tarjeta – o con billetes de $100 USD–, que deben ser de emisiones recientes y estar en condiciones prístinas.
Lo de los dólares llama la atención.👇🏼
Es cierto que hay mucho nómada digital porque Paraguay ofrece visados muy fáciles de obtener, pero ninguno anda con un fajo de billetes en el bolsillo. Es gente local.
Y aquí ya cada uno saca sus conclusiones de porqué van a los centros comerciales más coquetos – donde los precios están fijados en dólares-, y en vez de pagar como el resto de los mortales con tarjeta, se sacan un fajo de billetes de dólares nuevos como si acabasen de salir de la imprenta.
Los centros comerciales es lo único que se puede calificar en Paraguay como no baratos, aunque definitivamente no son caros.
Cené un sushi de 10 piezas con una cerveza gigante y una limonada de jengibre y pagué unos 15 euros. Sin embargo, el Starbucks sí que me pareció caro (y su cinamon roll no valía un carajo)
Los centros comerciales de la zona rica son silenciosos y frescos. Algunos tienen todavía decoración navideña a mediados de enero y están repletos de franquicias estadounidenses y españolas. Mango, Zara, Bershka, Adolfo Domínguez, Carolina Herrera CH. ¡Los españoles marcamos estilo!
Son el lugar a donde se va a pasar el tiempo si no eres socio de ningún club.
Los extranjeros vamos a mirar: niñeras vestidas de criada que hablan con los niños que sus padres ignoran, chicas delgadísimas vestidas como si se cayesen de las páginas de Vogue y gente blanca comprando y mestizos atendiendo.
(Sí, hay excepciones, pero esa es la regla).
La ciudad es una gran franja alargada que corre a lo largo del río Paraguay y donde en una esquina está el distrito histórico y en la otra la zona adinerada.
Asunción es una ciudad verde, con muchísimos árboles que floridos y con el bellísimo lapacho rosado.
No hay tanto edificio alto y los asuncenos me han dado dos explicaciones diferentes sobre quiénes son sus propietarios.
👉🏼 Para unos, son los argentinos, que no quieren invertir en su país y lo hacen en Paraguay.
👉🏼 Para otros son los menonitas -colonos que llegaron procedentes de Rusia y Canadá y que entre ellos hablan alemán.
Los menonitas se están forrando con la ganadería en el oeste del país y ellos solitos tienen el récord de ser, a nivel mundial, los grandes deforestadores del bosque nativo.
Si vas del distrito histórico hacia el ¨mini- Miami¨ por la costanera, ves barrios humildes construidos por la avalancha que ya dura décadas de gente del campo a la ciudad.
Las edificaciones son sencillas, de bloques, ladrillos y calamina. Son muy abundantes las antenas parabólicas.
Pero también se puede ir por el interior de la ciudad. A medida que el Uber avanza hacia la zona adinerada, más altos son los muros que rodean las casas.
En un momento vi uno con un perímetro tan gigantesco que pensé que sería la Embajada estadounidense. Resultó que no, era la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, o sea, los mormones.
El distrito histórico tiene una cantidad llamativa de casas históricas de estilos eclécticos, de la época del cambio del siglo XIX a XX. Casi todas están sin restaurar, pero tienen un gran encanto.
Es la zona de los edificios administrativos, edificios en decadencia y aceras desbaratadas. No hay una entera.
También se concentran los museos, que son pocos y algunos están cerrados en enero.🔐
Los que están abiertos no responden a los horarios publicados. Se ve que cuando es hora de comer, el empleado cierra la puerta.
Los guías son muy amables, como el resto de los paraguayos, pero en general mucho no saben.
Como algunos de ellos hablan tan bien del presidente y de la primera dama, me escamó. Acabé preguntando y resulta que no es extraño que cuando hay cambio de gobierno, gente de su cuerda acabe empleada en lugares varios.
La chica del museo de Aristócrata, la fabricante de caña, whisky y ron del estado, cantaba tanto las excelencias de la Presidencia que me pareció, ella misma, más interesante que el museo.
Luego me enteré que también hay una categoría de empleados públicos que se llaman “los planilleros”.
Todos los días van a firmar a su lugar de empleo y se van. Ese es su trabajo. La condición para obtenerlo es ser afín a quien en ese momento gestiona ese lugar de empleo.
Como en todas las ciudades con grandes diferencias sociales, las organizaciones barriales son activas. Conseguí un guía y me fui a Chacarita, un barrio con fama de cañero, pero que cuando entras de día y con alguien de allí es súper seguro e ilustrativo.
Aprendí de la música paraguaya, la guarania, del maestro Flores. También del baile de las galoperas, las arpas paraguayas y el fervor por San Blas, que en la época de la colonia era el santo patrón de los llamados naturales, la gente nativa.
(Los españoles iban a la Encarnación y a día de hoy a ese templo se le llama “el de los españoles”)
También en el barrio me contaron del problema que enfrentan las mujeres que tienen pequeños emprendimientos.
No tiene acceso al sistema bancario y pagan por sus préstamos hasta el 50% de intereses a usureros. Están intentando conseguir préstamos más razonables a través de organizaciones internacionales.
Son precisamente las organizaciones internacionales las que están, en la mayoría de los casos, detrás de restauraciones de edificios en el distrito histórico. La Agencia Española de Cooperación Internacional está detrás de la del Museo del Ferrocarril y de la Manzana de la Rivera.
Aquí hay una cafetería muy chula con una terraza con vistas al Palacio López, sede de la Presidencia. Me chocó que fuera la única cafetería en Asunción que no acepte pago con tarjeta, sólo efectivo. Es un local de propiedad pública. Ahí dejo eso.
Paraguay no da para mucho más, eso sí, es muy barato, relativamente seguro y la gente es extremadamente amable. Tan barato es que aproveché para ir a la peluquería y a la esteticista. Tratamientos de primera a mini-precios.
🟢 El español y el guaraní son idiomas co-oficiales, pero lo cierto es que el guaraní no se oye en las calles de Asunción. Sólo oí a un padre hablando con sus dos hijas en el distrito histórico. He oído más el inglés, eso sí, en la zona adinerada.
🟢 No he visto niños mendigando en la calle, aunque sí se ven vendedores informales, pero tampoco tantos. En la economía formal el salario mínimo ronda los 350 euros al mes.
🟢 Lo que sí se ve en el distrito histórico son muchachos adormecidos, sin techo. Al parecer hay un problema de crack como se ve en muchas grandes ciudades de Latinoamérica (pero nunca he visto al nivel de Medellín).
🟢 Y me he quedado sin ir a un concierto de arpa paraguaya, que me encanta, porque al parecer no son frecuentes. El gozo en un pozo.
Mis próximos pasos dentro de Paraguay🇵🇾
descartado el pantanal porque llegar es muy complicado
descartada Filadelfia, el lugar de la deforestación
El martes saldré hacia Encarnación (6 horas en bus, 360 km) para tomarla de base para visitar las ruinas de las misiones jesuíticas, el único Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en Paraguay.
Y de allí ya a Ciudad del Este, a los centros comerciales de la tecnología, a los Saltos del Monday y a la presa de Itaipú.
Y después cruzar por un puente a Brasil.🇧🇷
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🥰 Gracias mil por estar ahí. Esta carta la he escrito desde Asunción, Paraguay.