👋🏼 gente.
Bienvenid@s a esta Carta Dominical sobre genealogía e historias familiares.
Gracias a todos los que me recomendasteis libros y películas. Sigo sin leer. Me desgané. Pero por indicaciones de un par de personas vi La sociedad de la nieve. Me daba pereza porque ya sabía la historia. Pero me encantó. Contenida, bien actuada, con una fotografía espectacular y guión al punto. Una maravilla.
Esta semana os traigo una primera parte, para evitar una Carta más grande que un testamento. Espero que os guste y os anime a explorar vuestro pasado.
✍🏼 Soy una Rodríguez y he seguido mi linaje tan prosaico durante cuatro siglos en una parroquia vinícola de A Peroxa. Un lugar que se arroja sobre el río Miño.
Pero, ¿cuál sería mi apellido si se transmitiera por vía materna? Es decir, mirando siempre al segundo apellido de mis ancestros mujeres directos. El segundo de mi madre, el segundo de mi abuela, el segundo de mi bisabuela…¿adónde llegaría?
¿De dónde viene mi ADN mitocondrial, ese que sólo se hereda por las mujeres?
Para eso necesitaré un test genético. 🧬
Pero ya sé de donde vino mi línea femenina, de mujer a mujer, durante los últimos cuatro siglos.
PARTE I
Yo: María Luz Rodríguez PEREZ
Nací en la casa de mis padres, en un barrio separado por el río Miño del principal núcleo de la ciudad de Ourense, a apenas 100 metros de donde vivo.
Con mi madre hubo amor, pero no entendimiento. Aunque ahora, con esto de la genealogía, creo que entiendo mejor sus fríos y estridencias, aunque cuando estaba viva era para mí un misterio.
Día y medio antes de morir de un cáncer de páncreas, despertó de un sueño. Estaba a su lado y me dijo: “tuve mala suerte”. Después, se volvió a dormir.
Al día siguiente nuestra última conversación fue así:
-¨mamá, voy a mi casa a ducharme y vuelvo¨.
-¨vale¨
Y nada más. Cuando volví, ya se había quedado dormida para no despertar. Murió esa madrugada.
Desde entonces mi mente ha recordado, analizado, seccionado hasta el hartazgo esa frase y esa media conversación.
👉🏼 Yo no quiero que el día que mi vida se acabe sentir que tuve mala suerte. Me niego.
Y me atormento por la incapacidad de hablar. De explicarnos a quien queremos. De escuchar a quienes amamos.
Mi madre murió el Día de la Madre de 2015. El día de la Santa Cruz, la patrona de iglesia en la que la bautizaron.
Mi hermana y yo estábamos a su lado. Yo le acariciaba una pierna. Los estertores acabaron y mi madre se convirtió en memoria y recuerdo.
Mi madre: Lucía Pérez SOTELO
Nació a apenas 50 metros del lugar de mi nacimiento, pero la bautizaron en el pueblo de su madre, Santa Cruz de Arrabaldo. Si yo tengo que decir cuál es mi pueblo, diría ése. A poco más de 10 km de la ciudad, siguiendo el Miño en su fluir.
Las fotos muestran que mi madre fue guapísima de joven, aunque de adulta llegó a estar obesa.
También hay muchas de ella riéndose, a carcajadas. Yo no la recuerdo así, incluso cuando hay fotos que muestran que yo estaba allí. Borré toda memoria de mi madre risueña, feliz. No sé por qué.
Ella nunca nos dijo que tenía una media hermana por el lado paterno y que la conocía. Fue su gran secreto. No sé si llegó a oír el rumor de que su madre también pudo haber tenido un hijo de soltera, que nadie parece saber dónde está, qué pasó con él y, ni siquiera, si existió.
¿Qué te pasa cuando te crían padres que te quieren pero esconden secretos lacerantes?
👉🏼 ¿Qué clase de adulto eres cuando creciste con el silencio?
Mi abuela: María Sotelo CAPELO
Yo fui la favorita de mi abuela. La quise mucho, aunque solía estar enferma “de los nervios”.
El primer viaje en tren que recuerdo fue con ella y mi madre. Ibamos al Hospital Xeral, a que la viera un médico. Es un recuerdo envuelto en una niebla clara y compuesto de retazos, pero vivo.
Mi abuela nació en 1912 en Santa Cruz de Arrabaldo, una zona vinícola a las orillas del Miño.
Nunca le oí recuerdos de su infancia, pero sí de su tiempo como doncella para una familia acomodada en la provincia de Pontevedra. Nadie me sabe decir por qué se fue a buscar trabajo a otra provincia ni quién le encontró trabajo en el Castillo de Soutomaior. Allí aprendió a cocinar fino y conoció a mi abuelo, que era el chófer de la misma familia.
No puedo pensar en un matrimonio de dos personas más incompatibles. No había broncas, solo silencio.
Quizás se casaron porque ya tenía edad y ambos tenían defectos: mi abuelo una hija y mi abuela puede que un hijo.
O quizá, el miedo a la soledad.
Incluso puede que en algún momento se gustaran.
Nunca lo sabré.
Mi bisabuela: Estrella Capelo CARRION (aprox. 1884 - 1944)
De los años jóvenes de Estrella, nada sé.
No ha aparecido su partida de nacimiento ni su fe bautismal. En las partidas de su matrimonio y de nacimiento de sus hijos aparece como nacida en Ourense ciudad, a veces se dice que en la Trinidad, otras, que en Santa Eufemia. Ninguna es verdad.
Hasta donde tengo prueba documental, ella fue la primera mujer en esta línea de mujeres que sabía leer y escribir. Según la creencia familiar, aprendió en Cataluña, donde su padre había sido destinado como Carabinero. Cuando su padre falleció, su madre, su hermana y ella se asentaron en Santa Cruz de Arrabaldo, con la abuela materna.
En 1908, cuando se casó, estaba sola. Ya era huérfana de padre y de madre. También su hermana María Mercedes había muerto de tuberculosis y ya no tenía abuelos.
Su marido, mi bisabuelo Gumersindo, era del mismo pueblo. Tenía 34 años y era analfabeto, pero hecho un pequeño capital trabajando en Cuba.
Los primos mayores de mi madre la recuerdan como una señora dulce, una meniñeira que entendía a los niños.
Me llena de ternura que Estrella y Gumersindo le pusieran a sus hijos variaciones de los nombres de sus padres muertos: Josefina y Florentina, por parte de ella, Bernardino por la de él.
Me apena que viviera la muerte de su hijo Gumersindo, de 11 meses, la de su hija Felicidad, de 20 y de su nieta Estrella, de tres meses.
Me reconforta que no llegara a ver la meningitis que atacó a su hijo Bernardino y lo dejó incapaz.
Murió de una apoplejía.
Mi madre no llegó a conocerla.
Una de sus nietas y una bisnieta llevan su nombre: Estrella.
He reconstruido documentalmente la vida de otras siete mujeres por esa línea. Será ya la próxima semana.
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